terapia de pareja

Además de mi preparación, gracias a mi propio proceso terapéutico he descubierto la importancia de la implicación activa y práctica para alcanzar cambios, metas y objetivos, eso sí, siempre bien acompañado de un trabajo en equipo entre terapeuta y paciente. A través de diversas herramientas como la gestión emocional, el EMDR o la reestructuración cognitiva busco adaptarme a la individualidad de cada caso y ofrecer la mejor ayuda posible.

Principalmente, la base en la que me apoyo es cognitivo-conductual, dando valor al trabajo con los pensamientos negativos y la gestión emocional consecuente. Por otro lado, utilizo un enfoque integrador a través del cual poder trabajar las relaciones interpersonales, el apego, los esquemas o creencias disfuncionales, el trauma o los problemas que englobamos tras la etiqueta de una autoestima con un mal funcionamiento.